En el lateral de la capilla de Jesús
Nazareno que da a la plazuela frente al
campanario de la iglesia de Santa Catalina, encontramos sobre la pared, una reproducción pictórica del titular de la
ermita.
Los
orígenes de esta hornacina de gran tamaño se remontan al año 1622, cuando…
“siendo
hermano mayor de la cofradía de Jesús Nazareno, Bartolomé Márquez, se pintó la
imagen de Jesús que está a la espalda de la ermita, que tuvo de coste con la
madera y encalado, veintidós reales”.
También se habla de este mismo cuadro
de Jesús en un documento del siglo XVIII; se trata de un expediente abierto por
causa criminal conservado en el Archivo General del Obispado de Córdoba, cuando un testigo, en su
declaración manifiesta: “… Al pasar por la puerta que llaman de las
campanas de la parroquia de esta villa, se hincó de rodillas a hacer oración a
la imagen de Jesús Nazareno que se halla
en un lienzo de pintura en la pared de la iglesia de Jesús Nazareno…”
En “El Cronista del Valle”,
semanario local ya desaparecido, en su
número correspondiente al mes de
noviembre de 1930, se podía leer la siguiente noticia: “Hemos tenido el
gusto de ver colocado de nuevo en el
sitio que ocupaba, el cuadro de Jesús Nazareno, después de las grandes obras
realizadas en esta parte del Hospital. El venerado Cuadro del Nazareno está
colocado en un bonito dosel, en el que
destaca un artístico artesonado estilo renacimiento y preciosos adornos
de mucho gusto…”
Debajo de este cuadro de Jesús, que
sigue gozando de la fervorosa devoción de los feligreses, se encuentra
empotrada en la pared una cruz de granito, fechada en el año 1629 y que es la
misma que en otro tiempo se encontraba plantada en el centro del patio de
acceso a la antigua ermita.
Recientemente, la Hermandad de Jesús
Nazareno de Pozoblanco retiró el lienzo con la imagen para proceder a su restauración. Esta rehabilitación
ha sido practicada por la restauradora pozoalbense y licenciada en Bellas
Artes, Catalina Calero. Los trabajos efectuados han consistido en colocar una nueva puerta
hermética que preserve mejor la pintura de los agentes externos, la reposición
de los elementos de madera deteriorados, la aplicación de una nueva capa de
pintura a los angelitos que, situados en las esquinas superiores, adornan el
cuadro,y la renovación completa de la instalación
eléctrica para su iluminación.
Durante el proceso de retirada del
lienzo apareció un trozo de papel amarillento doblado en el que figuraba
escrito a lápiz el nombre de Isidoro Rojas Escribano y la fecha de 1930, sin
que hasta el momento se haya podido averiguar nada acerca de esta persona y su
relación con el cuadro.
Al quitar el bastidor, y por debajo
del actual, aparecieron restos que parecían ser trozos de un lienzo más
antiguo, lo que demuestra que la pintura que se ha visto en los últimos años no
era la original. También se descubrió un bote con un papel enrollado en su
interior con un sello del entonces Patronato del Santo Hospital, que aporta,
entre otra información, que el 15 de mayo de 1930 comenzaron las obras de la
capilla y otras dependencias.
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