El actual cementerio, dedicado a Nuestra Señora de los
Dolores, verifica su inauguración con el primer enterramiento realizado en su
recinto el día 11 de julio de 1888. Por tanto el edificio data de la misma
época en que se construyó el que alberga a nuestro Ayuntamiento.
La fachada está estructurada en tres partes, con dos
entradas porticadas a ambos lados del cuerpo central, abiertas con el propósito
de cumplimentar la orden gubernativa emitida en el Boletín Oficial de la
Provincia, con fecha 27 de septiembre de 1876, en la que se regulan los accesos
separados para los cementerios civiles
y católicos.
Esta portada está realizada en gruesa sillería de piedra de granito, abriéndose en el centro
de la misma la amplia puerta de entrada a la capilla, que se guarnece con un
amplio arco rizado de medio punto; el hueco de este arco se adorna con el
escudo de Pozoblanco.
Este escudo se representa de manera muy poco usual, pues
está trazado en forma cuadrilonga, propia de la heráldica española, y no en la típica ovalada de origen italiano
que es la acostumbrada. En su cimera apreciamos una corona mural, que tampoco
se usa actualmente, y por último, como dato curioso, apuntaremos que el gallo,
que en el caso de Pozoblanco suele mirar hacia el poniente, lo hace en este caso al saliente.
La imagen del Ángel de la Guarda, colocada en la fachada
principal, está tallada en piedra blanca y se adquirió de la casa Rodríguez, de
Córdoba, en el año 1943 al precio de tres mil pesetas.
Se remata la fachada en un esbozo de frontón coronado
éste por una sencilla espadaña, culminada a su vez en una gruesa cruz de
granito
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