Tal y como estaba previsto en nuestro plan de actividades de este último trimestre, ayer, festividad de la Virgen del Pilar, nos trasladamos, junto con socios y amigos de Guadamatilla hasta la localidad malagueña de Antequera.
Antes de llegar a nuestro destino hicimos una breve parada para desayunar en el Caserío de San Benito, cafetería y restaurante situados en una recreación de casa rústica del siglo XVIII , que cuenta con una importante colección de antigüedades junto a otra de diversos objetos y herramientas que conforman un auténtico museo etnológico al aire libre
Bien entrada la mañana, con una temperatura muy agradable, que para nada hacia envidiar a la primavera, hemos paseado por el Torcal. Una pequeña ruta senderista que nos ha proporcionado un auténtico placer de estar en contacto con la naturaleza en un paisaje privilegiado
Ya por la tarde hemos visitado el centro de recepción de los dólmenes. Tras lo cual hemos visitado uno de los más importantes conjuntos dolménicos de Europa, con los dólmenes de Menga, de Viera y El Romeral.
El Torcal de Antequera es un Paraje Natural famoso por las caprichosas formas que los diversos agentes erosivos han ido modelando en sus rocas calizas. Su extensión es de unos veinte kilómetros cuadrados. Representa una muestra del paisaje cárstico de Europa.
Sus orígenes se remontan a la Era Secundaria o Mesozoica, más concretamente al período Jurásico, es decir, hace unos 160 millones de años. Por aquel entonces la zona constituía un alargado pasillo marítimo que comunicaba, desde el golfo de Cádiz hasta Alicante.
El Torcal está constituido por rocas calizas de tres tipos: oolíticas, brechoides y clásticas. Todas ellas tuvieron su origen en el fondo marino durante el período Jurásico. Los sedimentos acumulados en el fondo del mar se agregaban mediante la acción cementadora de las sales y precipitados de la disolución marina. Luego estos sedimentos fueron levantados a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar por fuerzas tectónicas. Como todos los macizos calizos, el Torcal de Antequera, presenta una enorme riqueza en simas, cuevas y otras formas subterráneas.
Luego de disfrutar de una reparadora comida a la sombra y en las faldas de estos espectaculares macizos, volvimos a la ciudad para visitar sus dólmenes.
Este es uno de los mejores y más conocidos exponentes del megalitismo español, el conjunto dolménico de Menga, Viera y el Romeral. En menos de tres kilómetros se nos representan tres tipos de dólmenes.-
- De galería: El dolmen de Menga
- De corredor: El de Viera,
- De falsa cúpula o toloi: El del Romeral.
Esta visita continúa con la tradición de las dos asociaciones, de hacer una visita anual en conjunto, donde se aúnan naturaleza y cultura en un mismo viaje.
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